El taller

La Arquitectura como actividad perteneciente al campo de la Cultura.

El marco conceptual actual, atravesado por la globalización, la amplitud y diversificación de la información, implican nuevas maneras de intercambio que plantean el desafío de integrar, de abrirnos a una forma de pensamiento no lineal, un pensamiento articulado con practicidad y precisión.

En este sentido el proyecto de arquitectura se consolida como una forma particular de conocimiento aplicado, comenzamos a hablar de algo que todavía no existe, operamos simultáneamente sobre la aplicación de conceptos y manipulación de instrumentos en concordancia con momentos intuitivos.

Se da entonces la transformación del proceso de conocimiento en aprendizaje a partir de la instancia de síntesis, la precisión del objeto y la materialidad de la pieza. Pero fundamentalmente aprendemos a aprender en el taller a partir de la propia experiencia y de la de los otros.

Aprender a proyectar. El proyecto de Arquitectura como instrumento y objeto de aprendizaje, una experiencia individual posible de ser universalizada trascendiendo al alumno para constituirse como un saber colectivo.
En este proceso, el docente como facilitador, es capaz de comprender el problema, evaluar los casos, profundizar y orientar las ideas, y fundamentalmente promover la reflexión crítica.

Nos preguntamos el qué, el para qué y el cómo, a través del desarrollo de actividades teórico – prácticas (de identificación de conceptos), de conocimiento individual y de reflexión grupal. En este contexto, la investigación (tanto desde los docentes como desde los alumnos), opera sobre problemas generales, mientras que el proyecto lo hace sobre cuestiones particulares.

La Arquitectura como parte de un todo se constituye como un hacer que investiga y explora, que propone la innovación y que a su vez se adapta. Una práctica sensata que manipula información e ideas, que transforma y traslada significados, que resuelve problemas. Como plantea Peter Zumptor, “…la práctica de la arquitectura es hacerse a sí mismo las propias preguntas, encontrando las propias respuestas…”