Nota: este es un Blog creado como ampliación de aula y especialmente dirigido a alumnos de la carrera de Farmacia y por ello nos permitimos rebloguear ciertas notas para dar visibilidad a temas que son de nuestro interés, que atraviesan cotidianamente nuestro ejercicio profesional y que suelen ser temas de discusión con y entre alumnos.
Este articulo que reblogueamos es la continuación notas anteriores escritas por Manuel Machuca, aquí va el contenido de la quinta nota:
El prestigio no es algo que den a nadie por su cara bonita. El prestigio es admiración, y en el caso de una profesión, a su actuación en pro de la sociedad. La profesión farmacéutica comenzó a perder su prestigio con la industrialización de la elaboración de medicamentos, algo que, con las lagunas y contradicciones que todo tiene, vino a abaratar costes, a generar ganancias a las farmacias que se habían transformado en laboratorios (todos los laboratorios farmacéuticos fueron en su origen farmacias que aprovecharon las tecnologías del momento para crecer y transformarse) y, como el dinero llama al dinero, fomentó la investigación y el descubrimiento de nuevas moléculas que han permitido aumentar la esperanza de vida y mitigar el dolor y el sufrimiento de muchas personas, siempre y cuando estas o sus gobiernos tuvieran dinero para pagar la factura, claro, y a pesar de que no todo el monte es orégano, pero eso sería harina para otro costal que no centra el tema del que quiero hablar.