VIVIENDA COLECTIVA MODERNA DEL SIGLO XX EN LATINOAMÉRICA. MONOBLOCK. APORTES PROYECTUALES PARA HABITAR EL PRESENTE. Autores: María Cristina Carasatorre, Valeria Pagani, Susana Tuler. Colaboradoras: Agostina Babaglio, Florencia Estelrich
El trabajo ha sido presentado y publicado en el en el libro de Ponencias del congreso que se desarrollará de manera virtual entre los días 19 al 23 de octubre del 2020. ISBN: 978-84-09-20369-7. Páginas 222 a 227.
Resumen
En el panorama Latinoamericano, una serie de proyectos residenciales de vivienda colectiva pertenecientes a la modernidad entre los años 1950 y 60, han sido reconocidos y valorados por sus aportes teóricos-proyectuales relacionados a la problemática de la vivienda social El conjunto de vivienda social del arquitecto Hilario Zalba (La Plata, Buenos Aires, Argentina), es un ejemplo paradigmático de escala intermedia, que materializa en su formulación la reinterpretación crítica de las propuestas teóricas de Le Corbusier en clave local. Este trabajo presenta el análisis y la exploración de una propuesta de intervención para su adecuación a la vida contemporánea, reconociendo su valor como patrimonio moderno, identificando sus aportes proyectuales y sus alternativas de actuación.
A la hora de rehabilitar conjuntos de viviendas, en la actualidad se toman en consideración nuevas perspectivas desde el punto de vista patrimonial, ya que tradicionalmente se les asignaban valores que cambiaron con el tiempo. Esto da lugar a intervenciones donde se permita fusionar pasado, presente y futuro, rescatando y produciendo estrategias proyectuales que aseguren, no sólo su rehabilitación constructiva, sino niveles de habitabilidad sostenida en el tiempo.
En una primera instancia, se parte de analizar y reconocer aquellos valores culturales, históricos y proyectuales que lo definen y valoran como Patrimonio moderno, los cuales deben ser preservados. Luego, se identifican dentro de su organización espacial, aún vigente, aquellos aspectos susceptibles de ser adecuados a la vida actual. En ambos casos, se analizan de manera simultánea y relacionada las diferentes escalas involucradas, tanto en el espacio edificado como en las áreas libres comunes. Se define así una forma de construir ciudad de manera sostenible, más densa, diversa e inclusiva a través de formatos residenciales de vivienda colectiva, que potencien la vida en comunidad.
Se propone generar un sistema de espacios intermedios y equipamientos comunes para el desenvolvimiento de una vida adaptada a los requerimientos actuales. La configuración abierta del conjunto nos permite indagar sobre los límites entre lo público y lo privado, adoptando la noción de espacio colectivo, que es público y privado a la vez. Una noción que remite más a los niveles de apropiación, usos y significados que les otorgan los usuarios, que a una cuestión de dominio legal.
Rehabilitar para preservar el patrimonio de la modernidad contribuye a la transformación urbana sostenible y los proyectos residenciales de vivienda colectiva son recursos disponibles para repensar los modos de habitar colectivos contemporáneos y de hacer ciudad.