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Es hora de dejar de asociar la magia con el medicamento. La clave de este siglo es saber donde proveerse de información para su uso adecuado

Prof. Andrea Paura

Vivimos en una sociedad que permanentemente esta buscando mejorar su estilo de vida, así es como los medios nos invaden de consejos sobre como conseguir una vida más saludable, mas sana. Como alimentarse bien, proteger la salud, meditar, incorporar actividad física…..y por otro lado nos dejamos engañar con publicidades que nos inducen a automedicarnos irracionalmente como si fuese un consejo saludable.

 

Aquí radica uno de los principales problemas por el cual se distorsiona históricamente el concepto de medicamento, y es darle valor mágico a su efecto.

El hombre primitivo explicaba el origen de los trastornos internos orgánicos por la influencia de fuerzas malignas extra-humanas, atribuyendo entonces, el origen de esas enfermedades internas a la influencia de espíritu.  Por lo tanto nacen la magia y el brujo como encargados de aplacar –- por diferentes medios – a esos seres causantes de los problemas de salud del individuo o de la comunidad.  Es entendible que en la época del animismo primitivo se dieran estas explicaciones al concepto enfermedad y salud. Pero a esta altura del siglo XXI, los avances científicos, los descubrimientos el avance en el conocimiento nos traen otras respuestas al origen de los síntomas y malestares del cuerpo.

Como así también la ciencia aporta soluciones de tratamiento, entre ellas el medicamento. Ya no es mágica la curación, tiene una explicación. Entonces porque como sociedad todavía queremos creer que mágicamente y sin conocimientos adecuados de cómo utilizar esta tecnología podemos decidir en base a publicidades engañosas como mejorar nuestra salud?

Uno de los síntomas que más nos preocupa a todos es el dolor, porque en general es mal tolerado y requiere rápida solución. Tiene un componente sensorial, constituido por la sensación dolorosa que recibe el cerebro mediante la transmisión de estímulos procedentes de tejidos, y otro afectivo o reactivo, que es mas subjetivo y depende del perfil psicológico de quien lo padece. Esta percepción es distinta en cada persona causando nerviosismo, angustia, depresión, ansiedad…

El dolor se puede sentir  en algún lugar del cuerpo, o ser generalizado, y ayuda a diagnosticar un problema. También puede ser crónico (se extiende por semanas, meses o años), originado por causa constante o desconocida. El dolor agudo es de corta duración, en algunos casos bien localizado pero en otros, al ser de origen visceral, esta mal localizado y puede confundir acerca de cómo tratarlo. Por ejemplo, el dolor de espalda puede tener un origen renal, o el dolor de cabeza un origen hepático. Este dolor agudo es el que en general se tiene a automedicar, dado que se identifican como dolor de espalda, de garganta, menstrual, de cabeza, muscular, entre otros.

Puede una publicidad como está actualmente planteada darnos los tips necesarios para saber cuando necesitamos ir al médico?

 

Los criterios de derivación en general para el dolor pueden identificarse en:

q  Dolor de cabeza

  • asociado con lesiones , traumas
  • en niños menores de 12 años
  • agudo (por más de dos horas, en la región occipital (parte posterior) o       que aparece por la mañana y que mejora durante el día)

q  Sospecha de reacciones adversas producidas por otros medicamentos

q  Somnolencia asociada, trastornos visuales o vómitos

q  Tortícolis

q  Dolor abdominal agudo

Puede orientar a utilizar el medicamento de venta libre mas apropiado para ese individuo particular?

Por ejemplo, los antiinflamatorios no esteroides, como ser ibuprofeno, al ser inhibidores de las prostaglandinas pueden prolongar la gestación en las últimas semanas de embarazo y ser entonces peligroso tanto para la madre como para el feto.

El ibuprofeno, uno de los medicamentos para el dolor tan utilizado, en dosis elevadas puede ocasionar trastornos de audición. Y en pacientes diabéticos que utilizan hipoglucemiantes orales, pueden potenciar el efecto de este medicamento y producir hipoglucemias.

Podríamos mencionar muchos mas efectos, pero la idea es reflexionar sobre la información con la cual tomamos decisiones al momento de auto medicarnos. Podemos tener acceso a buena información, para ello el médico y el farmacéutico están preparados. En lo que respecta a automedicación, el farmacéutico es quien debe propiciar información racional y adecuada, orientar al individuo y la comunidad en el uso apropiado de medicamentos de venta libre y recomendar la derivación médica en los casos críticos según la sintomatología.

No podemos más seguir depositando milagros y magia en los medicamentos, son útiles, muchísimas veces necesarios, pero no siempre adecuados y seguros. Los servicios farmacéuticos se basan en brindar información sobre medicamentos. Demos valor a nuestra salud, demos valor al medicamento y consultemos a un profesional de la salud para hacer un mejor uso.

Publicado en Mirada Profesional

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Posted in Novedades | 1 Comment

One Response to Es hora de dejar de asociar la magia con el medicamento. La clave de este siglo es saber donde proveerse de información para su uso adecuado

  1. Juan says:

    Alցuոos post me nteresaron bastante mas pero buenߋ,
    no esta mal tampoco 😉

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