La educación en línea en tiempos de Coronavirus – Parte 13: Estrategias básicas para docentes (Tercera entrega)


Por Roberto Aníbal Arce

En post anteriores nos preguntábamos: ¿Qué podemos hacer los docentes para comenzar nuestra tarea de enseñar a distancia? ¿Qué necesitamos? Y analizábamos dos aspectos:

1. Establecer un canal de comunicación con nuestros alumnos.
2. Ordenar nuestros archivos y carpetas.

Ahora completamos el análisis del tercero:

3. Utilizar un modelo estable para comunicar las actividades a los alumnos.

Luego de hablar de Carátula, Identificación de la actividad,
Bienvenida, Objetivos, Tema, continuamos con: 

Modo de socialización

¿Solicitaremos que envíen al profesor un documento con el trabajo terminado? En tal caso solo el profesor podrá apreciarlo. ¿Pediremos que lo suban a un espacio compartido donde todos los grupos puedan visualizar las producciones de sus compañeros de curso? Esto nos permite aprender todos de todos y propicia la co-evaluación. ¿Indicaremos que lo publiquen en alguna red social y compartan el enlace? Así fortalecemos la identidad de los alumnos como productores y publicadores de contenidos en Internet. Es necesario pautar cómo los alumnos realizarán la entrega del producto final de la actividad.

Aún nos falta analizar la riqueza de las producciones multimedia aplicables en la etapa de socialización  y su publicación en redes sociales especializadas, pudiendo  sugerir que los textos planos se publiquen en algunas redes, los textos con diseño en otras, y así con las imágenes, los archivos de audio (podcast), videos, infografías, líneas de tiempo, mapas conceptuales, cursogramas, flujogramas, matrices de decisión, etc. Y esto solo considerando las comunicaciones asincrónicas. Existen otros modos y herramientas TIC para socializar, que abordaremos más adelante.

Competencias desarrolladas

Detallar puntualmente las competencias que intentamos desarrollar ayuda a los alumnos a enfocarse en ellas, facilita la metacognición de los procesos involucrados en el aprendizaje, les permite identificar y luego medir la calidad de sus nuevos conocimientos y su apropiación y uso a través del tiempo.

Evaluación

¿Qué vamos a evaluar y cómo vamos a hacerlo? ¿Vamos a ofrecer modelos de autoevaluación para que fortalezcan sus aptitudes como autoevaluadores? ¿Vamos a proponer co-evaluaciones para que ejerciten la evaluación entre pares? ¿Vamos a contrastar las auto y las co-evaluaciones con la evaluación del profesor para que aprendan de las diferencias y las coincidencias? ¿Vamos a ofrecerles matrices de evaluación para unificar criterios? ¿Vamos a ofrecerles rúbricas de evaluación? ¿Vamos a proponerles crear democráticamente las matrices y rúbricas para discutir y acordar cuáles son los criterios aplicados para evaluar y cuál es el peso relativo de cada criterio en la sumatoria final? Cualquiera sea la modalidad de evaluación elegida es saludable que el alumno esté en conocimiento desde el inicio de la actividad. Cada modo de exposición y socialización de las actividades da lugar a variados modos de evaluar, y van de la mano con la creatividad de cada docente y las posibilidades de cada curso, que  profundizaremos más adelante. 

Control de la calidad

Podemos evaluar la calidad una vez finalizada una unidad, un tema o sobre el final de un curso. ¿qué evaluamos? La percepción de calidad por parte de los alumnos respecto de la importancia relativa del tema dentro del plan de estudios, la calidad de los recursos didácticos ofrecidos por el profesor (rigor académico, aprovechamiento de los multimedios), la pertinencia de las actividades para abordar los nuevos conocimientos (creatividad, grado de complejidad, aprovechamiento del trabajo colaborativo, variedad de herramientas pedagógico-didácticas y TIC abordadas, amplitud de modos de socialización y evaluación), la calidad de la acción tutorial reflejada en el acompañamiento ofrecido y realizado por el profesor, y todo otro aspecto que necesitemos evaluar.

Esto nos permite evaluar nuestro rol de diseñador instruccional luego de llevarlo a la práctica y compararlo con las expectativas que nos motivaron en la etapa inicial de su diseño, practicando la necesaria reflexión que nos permite aprender de nuestra experiencia docente. Y también de evaluarnos en el desempeño de los nuevos roles del docente: (Arce, 2017, 1)) “diseñador instruccional, diseñador y desarrollador de recursos didácticos multimedia, alfabetizador multimedia, alfabetizador en usos de Internet y redes sociales, responsable de contenidos, profesor, tutor, gestor de entornos virtuales de aprendizaje, animador de comunidades virtuales, evaluador, gestor del conocimiento, gerenciador de proyectos, gestor de la calidad, empoderador para la participación ciudadana, partícipe activo en comunidades de aprendizaje y de práctica, wikipedista, investigador, divulgador, aprendiz, en la formación del profesorado de nivel superior, con énfasis en la práctica inmersiva con aplicaciones Web 2 desde el enfoque de las nuevas Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento (TAC) y las metodologías inductivas.”


Bibliografía 

Álvarez, M. (2011). Teacher’s Profile based on Competences. Revista Electrónica Educare, 15(1), 99-107.

Arce, R. A. (2017). Aprendizaje móvil, social, colaborativo y multimedia, comunidades de aprendizaje y de práctica en la formación del profesorado de nivel superior. In IV Jornadas de TIC e Innovación en el Aula (La Plata, 2017).

Argudín, Y. (2005). Educación basada en competencias: Nociones y antecedentes. Trillas.

Enríquez, S. C. (2012). Luego de las TIC, las TAC. In II Jornadas Nacionales de TIC e Innovación en el Aula.

Bernal-Martínez-de-Soria, A., & Ibarrola-García, S. (2015). Liderazgo del profesor: objetivo básico de la gestión educativa.

Barberà, E. (2016). Aportaciones de la tecnología a la e-Evaluación. Revista De Educación a Distancia (RED), (50). Recuperado a partir de https://revistas.um.es/red/article/view/270811 

Cano, E. (2011). Buenas prácticas en la evaluación de competencias. Cinco casos de educación superior. Barcelona: Laertes

Ion, G., & Cano, E. (2012). LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO UNIVERSITARIO PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE LA EVALUACIÓN POR COMPETENCIAS. Educación XX1, 15(2).


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