Flipped classroom: la clase invertida – Parte 2 2


Por Erica E. Scorians y Mercedes Vernet

En el artículo anterior revisamos el concepto de flipped classroom o clase invertida y algunos de sus fundamentos, como el rol del docente y del alumno, el uso de las tecnologías, la motivación de los estudiantes y el tipo de trabajo que se realiza antes de la clase y durante esta. En este artículo, reflexionaremos sobre algunos aspectos a tener en cuenta si deseamos invertir nuestras clases, centrándonos en sus beneficios y mencionando posibles inconvenientes al momento de llevar este modelo a la práctica.

Resulta conveniente aclarar que no existe una sola forma de invertir nuestra clase. No hay una metodología específica que se pueda replicar, ni una lista de consejos a seguir que garantice buenos resultados. Invertir la clase implica que cambiemos la concepción de nuestro rol y focalicemos nuestra atención en las posibles tareas y desempeños de nuestros estudiantes. De esta manera, podremos descubrir nuestra propia manera de invertir nuestra clase, tal como lo sugieren Bergmann & Sams (2012: 11).

Los docentes interesados en comenzar a pensar o profundizar cómo incorporar las TIC como herramientas para el aula invertida pueden obtener una idea de las posibilidades en este video:

 

También pueden revisar el material publicado por el equipo coordinador de Docentes en línea en la biblio- y webgrafia de nuestro sitio, en este blog y en nuestro repositorio de herramientas y recursos web, donde periódicamente presentamos y analizamos diversas herramientas útiles para preparar nuestro propio material digital.

Si bien la elaboración de material y diseño de tareas puede demandar mayor tiempo, resulta beneficioso para los estudiantes ya que, tal como señala Perdomo Rodríguez (2016:2), este modelo “tiene un fuerte componente de responsabilidad y motivación por parte del estudiante para apropiar una información y transformarla en conocimiento a partir de la aplicación práctica en un aula”. El trabajo en pos de un mayor compromiso y, además, de una mayor autonomía en los procesos de enseñanza y aprendizaje también brinda oportunidades para encontrar instancias de reflexión y autoevaluación.

El acceso al material audiovisual para ser visto las veces que sean necesarias favorece que compartamos información y conocimiento entre colegas, con los estudiantes, las familias y la comunidad e involucra a las familias desde el inicio del proceso de aprendizaje. La combinación de este con material textual o visual permite a los estudiantes aprehender los contenidos de diversas formas y, posteriormente, elegir el medio más efectivo de transmisión. Así, atendemos a la diversidad y tratamos de mitigar las deficiencias de comunicar los contenidos solo a través de la exposición oral. Asimismo, sabemos que es importante enseñarles a mirar los videos de un modo eficaz, por ejemplo, a que lo pausen para registrar ideas clave (toma de notas) y cualquier pregunta o duda que tengan o a que resuman lo que aprendieron del video antes de la clase. Las preguntas que se planteen, además, pueden servirnos para evaluar si el contenido del material audiovisual está presentado adecuadamente o no y modificarlo si fuese necesario.

El mayor beneficio de la clase invertida consiste en la utilización de habilidades de pensamiento de orden superior durante el desarrollo de la clase a través, por ejemplo, de

la aplicación de los contenidos formales y de su análisis crítico, mientras tienen lugar los intercambios con sus pares y con nosotros, encargados de guiarlos en este proceso. Así, se crea un ambiente de aprendizaje colaborativo. Con este tipo de trabajo contribuimos a empoderar a nuestros estudiantes, que quieren aprender más contenido, con más profundidad, en un ambiente enriquecedor (Bergmann & Sam, 2012: 112).

Ahora bien, no siempre se dan las situaciones ideales durante la clase. Por ejemplo, en ocasiones, los estudiantes no consultan el material asignado y esto dificulta la planificación docente, ya que debemos compensar la falta de exposición previa al contenido y superar, entonces, obstáculos para trabajar las habilidades mencionadas más arriba. El momento de la preparación de la clase es bastante demandante: no es sencillo crear videos propios ni encontrar videos grabados por otros, en internet, para enseñar el tema que deseamos. Y resulta indispensable tener en mente el fin pedagógico de la utilización del material seleccionado. Debemos preguntarnos: ¿qué esperamos que aprendan? ¿Pueden lograrlo con este recurso solo? ¿Podemos complementarlo con otro? ¿Atiendo a los diversos estilos de aprendizaje de los estudiantes?

Además, la efectividad del material audiovisual depende del contenido a transmitir. Algunos conceptos se incorporan mejor si son descubiertos por cada estudiante, bajo la mediación del docente, de forma presencial. Como aclaran Bergmann y Sams (2012: 109, 111), nuestros videos no son el fin último de la educación, pero nos han ayudado a explorar mejor modelos educativos que son más pertinentes para nuestros estudiantes y, además, son conscientes de que no han inventado una nueva pedagogía, sino que se inspiraron en otros docentes que utilizaban herramientas pedagógicas similares y resolvieron un problema que se les presentó, a través de una herramienta tecnológica disponible. Ellos nos motivan a explorar las posibilidades que brinda la clase invertida y combinarlas con nuestras buenas prácticas docentes, adaptándolas a nuestras necesidades, ya que a ellos este modelo les ha dado muy buenos resultados.

Si decidimos invertir una clase, es importante saber que lo hacemos por buenas razones. Para muchos colegas puede ser difícil transferir el control del proceso de aprendizaje a sus estudiantes, pero ¿por qué no intentarlo si es así cómo se produce un aprendizaje significativo y verdadero, siendo ellos el centro del proceso educativo?

Esperamos sus comentarios a través de nuestros canales habituales de comunicación.

 

Referencias bibliográficas

– Bergmann, J y Sams, A (2012) Flip your classroom. Washington: ISTE.

– Perdomo Rodríguez (2016) “Estudio de evidencias de aprendizaje significativo en un aula bajo el modelo flipped classroom” en: EDUTEC. Revista Electrónica de Tecnología Educativa. (55) Recuperado de: http://www.edutec.es/revista/index.php/edutec-e/article/view/618/Edutec_n55_Perdomo

 

 


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2 thoughts on “Flipped classroom: la clase invertida – Parte 2

  • Respuesta
    María Soledad Lucero

    Cuando he podido aplicarlas de este modo, me han resultado sumamente enriquecedoras porque no solo se trabajan contenidos sino reflexión y análisis, con la diversidad de miradas.