Brailling: el launcher de la inclusión – Parte 2


Por M. Paula Jacinto

En marzo de 2016, Juan Manuel Jacinto, un joven diseñador multimedial graduado de la Escuela De Arte Multimedial Da Vinci, inició una investigación de mercado y una serie de entrevistas personales para observar cómo se comunicaban los ciegos en líneas generales. Cuando vio que podía marcar una diferencia y me habló de su nuevo sueño, no dudé en ayudarlo con los textos, las traducciones y las difusiones en los medios. Diferentes colaboradores fueron pasando por el equipo inicial y aportando como podían, desde fotógrafas a programadores. Estábamos por poner nuestro granito de arena en un emprendimiento emocionante. Así nació originalmente una aplicación, un teclado (Brailling App) que, ahora, se convirtió en un launcher con más funcionalidades, no solo la de escribir.

Podría decir que la segunda modalidad más importante acá, aparte del teclado nuevo, que es la base, es la pedagógica. La idea de Brailling es diseñar una “app” basada en la repetición de secuencias, como varias apps exitosas que ya hay disponibles para aprender idiomas, para que el usuario aprenda braille, que aprenda a usar nuestro teclado y que, por ende, escriba más veloz y cómodamente sin la necesidad de comprarse teléfonos de altísima gama. En el mundo de los ciegos, por lo que nos han contado, si uno no sabe braille, se lo considera analfabeto. Y los jóvenes ciegos se muestran cada vez menos motivados a aprender un sistema que califican como “anticuado”. Como pasa con la mayoría de los jóvenes en el mundo, se inclinan a la comodidad de mandar audios y pierden la costumbre de lo que es escribir debidamente. Nosotros queremos resaltar la importancia de la escritura (que tiene sus ventajas, claro, por sobre la oralidad), queremos que se tenga como alternativa siempre y que el grado de alfabetización de la minoría no baje. Buscamos promover la enseñanza del braille de una manera más moderna y simple, que también ayude a profesores de diferentes ámbitos a aprender el sistema y enseñarlo. Así vamos a estar aún más conectados.  Cuando Brailling esté disponible, se lo presentaremos a las escuelas y bibliotecas para ciegos y diversas entidades educativas, justamente para fomentar este nuevo modo de aprender entre todos.

Gracias a todo lo que fuimos aprendiendo, a la ayuda de mucha gente, a la interacción con los usuarios y los viajes que hicimos para seguir informándonos, gracias a un enorme trabajo colaborativo transdisciplinario, podemos afirmar que, aunque el producto vaya cambiando y esté en vías de desarrollo, la visión no cambió y la meta es incluir a los ciegos en la cultura digital; hacer a la misma más accesible.

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