Entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje, ¿cómo favorecen nuestra labor docente? Parte II 1


Tema del mes de septiembre de 2016

Por Scorians, Erica Elena y Vernet, Mercedes

El año pasado, les propusimos comenzar a reflexionar sobre el uso de los entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje (EVEA). Los definimos y caracterizamos el tipo de procesos de enseñanza y aprendizaje que favorecen. Este mes queremos mirar estos entornos más de cerca para incluirlos en nuestra labor diaria o, si ya lo hacemos, para sacarles un mayor provecho.

En esta oportunidad, entonces, nos ocuparemos de explicar las razones por las cuales consideramos que es importante y necesario emplear estos entornos en nuestras prácticas profesionales.

¿Es siempre necesario un EVEA?

Un EVEA puede utilizarse en distintas instancias de enseñanza y aprendizaje. Para cada una de ellas, podemos encontrar razones válidas para incorporarlo a nuestra práctica docente.

Lo primero que seguramente viene a nuestra mente es usarlos como soporte digital de un curso a distancia. La tecnología digital ha permitido el desarrollo y expansión de los cursos virtuales, que, como todos sabemos, acortan las distancias geográficas y temporales permitiendo que docentes y estudiantes se enriquezcan mutuamente. En estos casos, resulta natural la implementación de un EVEA como aula, es decir, como el espacio donde se construye conocimiento colaborativamente.

Cada una de las herramientas que ofrecen nos permite recrear diversas circunstancias del aula física en un aula virtual. Ahora bien, cabe la posibilidad de preguntarnos, ¿es necesario emplear un EVEA en un curso a distancia? Y ninguno de nosotros dudaría en afirmar su necesidad.

Si nos planteamos la misma pregunta sobre la necesidad de los EVEA en el caso de un curso presencial, quizás el SÍ no sea tan rotundo. De hecho, hay muchísimos docentes que no buscan complementar sus cursos presenciales con otros medios.

Si atendemos a las posibilidades que nos ofrecen los EVEA como complemento de un curso presencial, podemos coincidir en la necesidad de su implementación. Los docentes, junto con las autoridades de la institución educativa, decidimos en qué medida introducir un EVEA en nuestra práctica cotidiana, teniendo en cuenta el nivel educativo, la carga horaria del curso, la edad de nuestros estudiantes y cualquier otro factor que consideremos relevante. Entre las posibilidades de uso y provecho, los docentes podemos elegir distribuir equitativamente el contenido y las tareas asignadas del curso; también podemos usar el EVEA como medio de acceso a la bibliografía o a instancias de práctica complementaria; podemos, además, incluir tareas en soporte digital dentro de nuestra clase presencial; y usar la mensajería para mantener un contacto fluido con nuestros estudiantes. En todos los casos, la presencia del docente como mediador del proceso de enseñanza y aprendizaje es esencial.

¿Por qué enseñar con un EVEA?

Una de las razones principales es que los EVEA permiten generar más posibilidades de aprendizaje conectivo, además de organizar la propuesta de tareas y el seguimiento tutorial de los estudiantes, tanto en el aula física (en un curso presencial o semipresencial) como fuera de ella.

Otra de las razones es que, como afirma Salinas (2011:7-9), enseñar con un EVEA comorp_finger-1264881_960_720.jpg complemento de las clases presenciales nos ofrece muchas posibilidades para la innovación curricular, entendida esta como mejora de la calidad educativa, que sitúa al estudiante en el centro del proceso educativo. El estudiante pone en juego habilidades de pensamiento de nivel superior tales como clasificar, relacionar y sintetizar y saca provecho de nuevos recursos y estrategias didácticas, nuevos recursos y estrategias que resultan posibles gracias al empleo del espacio virtual. El uso de un EVEA permite extender los límites espacio-temporales de la clase presencial, brindando más oportunidades de comunicación, que favorecen la evaluación continua del proceso de aprendizaje de los estudiantes.

Por su parte, los alumnos pueden beneficiarse del material disponible en el EVEA y organizar su tiempo y planificar sus tareas de manera más libre, ya que lo que haya sucedido en el entorno en su ausencia seguirá disponible. Además, pueden personalizar su aprendizaje a través de las consultas a los docentes/tutores y, así, tener un rol más activo como aprendices tanto en este entorno como fuera de él y, de este modo, lograr ser más autónomos.

Y no podemos dejar de tener en cuenta nuestro contexto sociocultural, en el cual se inserta nuestro contexto educativo, tal como lo menciona Salinas (2011:6). Formamos parte de la llamada sociedad de la información, habitada por nativos digitales, quienes no son más que nuestros destinatarios del proceso educativo. A través de la implementación de los EVEA también favorecemos la alfabetización digital, condición necesaria para una mayor inclusión.

En el próximo artículo describiremos las herramientas que tenemos a nuestra disposición cuando empleamos un EVEA en nuestra práctica docente.

Referencias

Salinas, M.I. (2011). «Entornos virtuales de aprendizaje en la escuela: tipos, modelo didáctico y rol del docente». Adaptación de la exposición en la Semana de la educación 2001: Pensando la escuela, organizada por el Programa de Servicios Educativos del Departamento de Educación de la Universidad Católica. Buenos Aires. Disponible en http://www.uca.edu.ar/uca/common/grupo82/files/educacion-EVA-en-la-escuela_web-Depto.pdf. Fecha de consulta: 13 de julio de 2015.

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Un comentario en “Entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje, ¿cómo favorecen nuestra labor docente? Parte II

  • Respuesta
    ENRIQUE RENTERÍA CASTRO

    Totalmente de acuerdo con ustedes es muy necesario que los docentes de los diferentes niveles escolares utilicen el EVEA para generar mayor participación de los estudiantes, lograr el estudio independiente. el aprendizaje colaborativo a través de la interacción que se genera en las aulas virtuales.
    El tema central, para México, consiste en capacitar en Didáctica y Pedagogía a los docentes para promover su uso y que también sirva de espacio colaborativo entre los docentes para la planificación, diseño de estrategias para el aprendizaje y la evaluación currícular.