PRIMERAS FOTOGRAFÍAS EN COLORES

Primeras fotografías en colores

(con textos de los nietos de Louis Lumière)

Las primeras fotografías en colores fueron realizadas en Francia en la década de 1860, pero el proceso era imperfecto, dado que incluía la necesidad de efectuar tres tomas diferentes para la misma imagen. 

Primera fotografía en color permanente, tomada por James Clerk Maxwell en 1860

Los inventores del cinematógrafo en 1895, los hermanos Lumiere, desarrollaron en 1904 la placa de cristal autocromo en el que se distribuyen millones de granos de fécula de patata, en cada color de uno de los tres colores: rojo, verde o azul, asociados en una superficie sensible. Obtienen así muestras positivas transparentes dando una imagen mucho más iluminada y natural con un soporte de papel opaco. Al igual que con la pintura puntillista, es la totalidad de la mirada la que forma el efecto del color y el encanto de estas fotografías. La comercialización en 1907 pone a la fotografía color al acceso de todos los fotógrafos de moda y cobra fuerza en 1910. El autocromo no tendrá ningún competidor real durante tres décadas hasta la llegada de la película de color que sustituye la frágil lámina de vidrio.

Las fotos que verán están muy lejos de la prestación original de esas placas de vidrio. Estas, con el tiempo, sin duda han perdido la frescura de sus colores. De pequeño tamaño y debido al propósito de la exposición, eran reproducidas sobre tres grandes paneles opacos en una superficie de plástico y brillante. Finalmente, en condiciones de iluminación difíciles, se «refotografiaba» a mano alzada en su formato integral o solo en parte, a veces con los inevitables reflejos de las luces de la calle.

Pero está claro que estas imágenes nos subyugan a primera vista. Nadie puede negar la conexión pictórica que tienen algunas de estas imágenes con las pinturas de grandes maestros impresionistas como Claude Monet o Auguste Renoir.

El color, de repente, le da un toque de modernidad y proximidad a esta época, que luego se llamará «Belle». Es difícil de creer que tenemos aquí los últimos testimonios de otro mundo, que desaparecería bajo un diluvio de fuego y sangre, cuyas oscuras imágenes no cesan de perseguirnos.

Más allá de la emoción estética, quería cumplir un deber en memoria de esta invención que los medios de comunicación no han celebrado con la debida altura. Hay momentos que se celebra cualquier cosa, no importa qué, y parecería que nuestra sociedad, siempre girara al pasado, aceptando que es bueno caminar hacia el futuro… pero solo si retrocedemos!

Mientras que en tan sólo unos meses Louis Lumière pudo desarrollar en la invención de la cinematografía la proyección de imágenes en movimiento en una pantalla, fue muy diferente resolver el difícil problema de la fotografía color. La realización le demandó mucho tiempo y energía, pero el resultado fue la extensión de este trabajo: está claro que incluso hoy en día, las fotografías producidas por este proceso se destacan por su indescriptible belleza y calidad técnica.

Después de su invención en 1904, la comercialización del autocromo en 1907, puso a la fotografía color al alcance de todos.

La mayoría de las imágenes presentadas, escenas y retratos, incluyen a la familia Lumiere.

Nuestro abuelo ha dicho a menudo que el proceso había sido para él la invención de su vida:

« Me llevó siete años de esfuerzo ininterrumpido.

No hice nada más durante ese periodo. Jamás perdí el valor ».